La única declaración de Luis Lorenzo ante la juez: «No hemos sobornado a la cuidadora de la tía Isabel»
La última declaración de Arancha Palomino sobre la muerte dela tía Isabel: "Yo no le daba la medicación"
Luis Lorenzo: "De haber querido maltratar a Isabel, no la habríamos llevado varias veces al médico"
Entrevista a Luis Lorenzo: "Nos han convertido en asesinos sin respetar la presunción de inocencia"
«Es mentira que sobornáramos a la cuidadora de la tía Isabel». Así de tajante fue Luis Lorenzo en su única declaración judicial. El actor declaró por primera vez ante la juez el pasado ocho de noviembre en calidad de investigado por la muerte de la tía de su pareja. OKDIARIO accede en exclusiva al contenido de la declaración, un tenso interrogatorio en el que Lorenzo negó haber pagado dinero a la cuidadora de la tía Isabel para que ésta testigo declarara en su favor y en el de su pareja, Arancha Palomino.
La juez y los investigadores creen que Luis Lorenzo y Arancha mataron a la tía Isabel para quedarse con su patrimonio durante los tres meses que la fallecida pasó en la vivienda de los investigados. Ahora que la hipótesis del envenenamiento pierde fuelle, la teoría principal de la Guardia Civil es la de que Lorenzo y Palomino forzaron el diagnóstico de Alzheimer de la anciana llevándola a varios médicos para luego polimedicarla sin control hasta que muriera.
Todo formaría, según la investigación, parte de un plan premeditado que arrancó en marzo de 2021, cuando la pareja presuntamente viajó a Asturias para traerse con engaños a la anciana a Madrid. Lorenzo lo niega: «Isabel era una segunda madre para Arancha, le gustaba venir a Madrid, para ella era como una fiesta, ya que tenía mucha más vida social que en el pueblo. Además, Isabel manifestó, según me dijo Arancha, que quería que la viera un médico en Madrid porque se notaba muy torpe».
La juez se pregunta entonces por qué si la tía Isabel vino para unos días terminó quedándose hasta el mes de junio, en el que falleció. Además sólo se trajo una muda como equipaje. «Isabel venía sólo para dos o tres días, pero su estancia se alargó porque tenía que hacerse curas», explica Lorenzo.
Unos meses después, la rama familiar de Asturias denunció ante la Guardia Civil que no podían hablar con Isabel, que sospechaban que Lorenzo y Arancha la tenían aislada para saquear su patrimonio y desconocían su estado. La respuesta del actor fue la siguiente: «Los tíos de Arancha tienen enemistad con ella desde hace mucho tiempo, incluso ya perdieron un proceso judicial contra la madre de Arancha. Ellos no querían que Isabel favoreciese con su herencia a Arancha y por ello no querían que viniera a Madrid. Quizá por eso Isabel no les llamaba, tenía móvil y lo usaba, pero tenía conflictos de lealtades con sus hermanos». Uno de los hijos de la pareja llegó a declarar que el móvil de la anciana se ponía lejos de su alcance. Lorenzo y Arancha han denunciado esas declaraciones, por tomárselas a sus hijos sin permiso cuando estaban con sus otras parejas, de las que están separados. La Guardia Civil las determinó como no válidas porque los menores estaban influenciados por la ex pareja de Lorenzo.
Según la Guardia Civil, para entonces, la pareja seguía el plan de conseguir afianzar el diagnóstico de Alzheimer de la anciana y suministrarle medicamentos sin control (la autopsia halló un exceso de medicamentos en el cuerpo de la mujer), a la vez que la maltrataban descuidando a la víctima para ir acabando poco a poco con ella.
Lorenzo lo niega todo: «Cuando Isabel llegó a Madrid se encontraba un poco torpe y con temblores pero era autónoma, a las tres o cuatro semanas empezaron las caídas. Mi papel era llevarla en coche al médico o a urgencias, en temas médicos yo no tomaba decisiones y Arancha iba diciendo lo que le iban pautando los médicos, todos los medicamentos que se le dieron fueron pautados. El primer mes Isabel tomaba la medicación sola con la supervisión de Arancha, luego fue la cuidadora quien se la daba».
Lorenzo añade: «De maltrato nada. El primer mes Arancha se dedicó en cuerpo y alma a su tía, después contratamos a una cuidadora para que trabajara en casa y Arancha pudo descansar un poco, incluso teníamos una cámara en el dormitorio de Isabel para controlar que estuviese bien por la noche».
Fue el personal de la empresa que facilitaba las cuidadoras, las trabajadoras y algunos vecinos, los que declararon que los investigados gritaban a la anciana. También, que no se facilitaba la medicación, ni alimentación adecuada y que la obligaban a ir al baño del garaje para no ensuciar el de su vivienda.
Al respecto, Lorenzo declara: «Mis hijos nunca pegaron a la tía Isabel, se llevaban muy bien. Isabel quería estar rodeada de cariño y de una familia. La doctora recomendó llevarla a una residencia, a mí me pareció bien pero Arancha no quiso porque Isabel le dijo llorando que no quería ir. Puede ser que al principio faltara algún pañal pero se cubrieron todas las necesidades, no es cierto que faltara comida, si lo han dicho las cuidadoras es falso. Los primeros sorprendidos de la evolución a peor de la enfermedad fuimos nosotros. No es verdad que hiciéramos bajar a Isabel al baño del garaje, lo que pasa es que hay algunos vecinos que nos tienen animadversión».
En ese periodo de tres meses, incluso los días siguientes al fallecimiento de la tía Isabel, la pareja se gastó más de 22.000 euros según consta en el sumario. La Guardia Civil les acusa de inflar los gastos de la anciana en beneficio propio. Lorenzo contesta: «Isabel nunca ha pagado una avería de mi coche, una vez Arancha tuvo un accidente con el coche llevando a Isabel y esta pagó 200 euros para contribuir a la reparación, no es cierto que Isabel viniera a Madrid a pagarnos cosas a nosotros. Sí es cierto que contribuía a los gastos que generaba, como combustible o lo que no cubría la seguridad social».
Luis Lorenzo sostiene que la mayoría de los gastos están justificados, y respecto a los 140.000 euros que los agentes hallaron en la vivienda, asegura que eran de un fondo que tenía en el banco y fue sacando poco a poco porque no era rentable. Lorenzo asegura que lo puede demostrar, pero hasta ahora la documentación que ha presentado no despeja del todo las dudas.
Entre tanto la Guardia Civil, a petición de la familia asturiana, exigió a Lorenzo y Arancha que les dejaran visitar a la anciana en su domicilio para comprobar su estado. Ellos se negaron, pero acudieron al cuartel para dar explicaciones. «El día que vino la Guardia Civil a mi domicilio en Rivas no les dejé entrar, con matices, fuimos al cuartel para explicarles la situación de mi casa, no lo veía bien ya que estaban dos niños pequeños en casa e Isabel en cama muy enferma». Sin embargo Lorenzo al fiscal le responde: «Hasta donde yo sé los guardias no llegaron a venir a casa».
También niegan que dejaran abandonada a la anciana en un restaurante de un centro comercial de Rivas-Vaciamadrid mientras ellos se iban a un cumpleaños en un parque de atracciones. «El día del incidente de abril en el Vips, celebrábamos el cumpleaños de varios niños en el Parque Warner, Isabel no quiso venir, tenía dinero y móvil, prefirió quedarse en el centro comercial y no estuvo doce horas, fueron siete». «No recuerdo que nos llamaran hasta diez veces porque nadie acudía a por Isabel, me llamó la Policía pero me dijeron que estaba bien, igual no escuché las llamadas porque estaba en la Warner. Arancha contestó que no irían a por la anciana porque estaban celebrando en la Warner».
Lo cierto, según el sumario en poder de OKDIARIO, es que Arancha y la anciana visitaron a tres notarios durante su estancia en Madrid para incluir en el testamento a Arancha como la persona más beneficiada, para conseguir un poder sobre parte de las cuentas de la tía Isabel para hacer frente a los gastos, y para ampliar ese poder al resto de las cuentas. En la última visita a un notario la anciana acababa de sufrir un ictus y el notario se negó a formalizar la petición, en las visitas anteriores los notarios han testificado que todo fue correcto. «El día 20, a mí no me consta que cuando le da el ictus a Isabel, la arrastráramos cansada y sin comer hasta el notario para conseguir la ampliación del poder. No me consta que Ana Elisabeth haya dicho eso», explica Lorenzo.
Ana Elisabeth es la cuidadora que más tiempo pasó en la vivienda de los dos investigados y aunque sus primeras declaraciones no eran muy positivas para los acusados, en las siguientes elogió el comportamiento de Arancha y Lorenzo con la anciana. La juez y el fiscal sospechan que Luis Lorenzo y Arancha pagaron a la cuidadora para que testificara a su favor, de hecho tras fallecer la anciana, la cuidadora siguió contratada un mes más, y recibió dos transferencias. Lorenzo se explica de la siguiente manera: «No hemos pagado ni coaccionado a la cuidadora para que ofrezca una buena opinión de nosotros, no le hice dos transferencias a la cuidadora, debieron duplicarse, una un día y otra al día siguiente». La juez le pregunta si la cuidadora les devolvió el dinero y el actor contesta que no lo sabe.
Lorenzo terminó su primera y única declaración con un resumen de su versión de los hechos: «No teníamos ningún empeño en aislar a Isabel, la familia de Asturias sabía dónde estaba. No buscamos crear un caos médico y polimedicar a Isabel, todo lo que tomaba estaba pautado por los médicos. Nadie envenenó ni intoxicó a Isabel, en mi casa no había cadmio ni manganeso, no tengo capacidad técnica para manipularlas». El actor y su mujer tienen sus esperanzas puestas en la segunda autopsia que ha solicitado el fiscal para aclarar el asunto del envenenamiento por cadmio que establece la primera autopsia. Será en los próximos días.